Sigmund Freud pertenece a la estirpe de revolucionarios cuya obra terminó trastocando el concepto que el ser humano tiene de sí mismo. La publicación de "La Interpretación de los sueños" en 1900, significó poco menos que un parteaguas en nuestra consciencia solo equiparable a la alcanzada por Kepler y Galileo (al descubrir que la Tierra no es el centro del Universo) así como de Charles Darwin (somos producto de la evolución). Era un hombre convencional, puntual hasta la exageración y que tenía una extraña aversión a la ropa nueva. Su trabajo descubrió para nosotros el origen de nuestras pesadillas, nuestros sueños, nuestros deseos y nuestras fantasías más escondidas. Nadie se le compara.