Stefan Zweig comienza "El Mundo de ayer" hablando de la Europa que precedió la Primera Guerra Mundial, la sociedad de sus padres, lo que él define como "la edad de oro de la seguridad". Una época, ese "Mundo de ayer", que pronto desaparecerá entre los escombros de la guerra. El escritor austriaco relata sus vivencias durante el periodo de entre guerras hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial. "Nadie creía en las guerras, las revoluciones ni las subversiones. Todo lo radical y violento parecía imposible en aquella era de la razón".