La mañana del 6 de octubre de 1978 fueron encontrados decapitados a machetazos los cuerpos de la escritora Asunción Izquierdo y de su esposo, el político nayarita Gilberto Flores Muñoz. Este doble crimen conmocionó a la sociedad de la época por lo macabro y morboso de los sucesos: aparentemente el nieto de la pareja era el asesino. Movido por la necesidad de encontrar la verdad, Vicente Leñero mostró cómo los intereses de la clase política y la alta sociedad de su tiempo manejaban a su conveniencia los hilos del sistema judicial, más preocupados en señalar públicamente a un culpable que en encontrar al verdadero responsable. Una novela de factura impecable.