“Hermanos míos, salid sin temblar de esta vida, si carga con tanto peso sobre vosotros: no encontraréis ni un reino celestial ni un infierno en la tumba” (Mainländer, P. “Filosofía de la redención”).
En anteriores audios he dado fundadas razones de que el control mental (el control de las conciencias), el culto a la personalidad y la opacidad institucional (y financiera) constituyen los pilares de todo movimiento sectario sin que para tal calificación sea óbice que la estructura de turno figure incardinada en el seno de la Iglesia Católica. El caso de los Legionarios de Cristo y de su fundador Marcial Maciel no sólo se adaptaba a tales premisas si no que fueron utilizadas para culminar en el mayor de los escándalos habidos en nuestra época en el seno de la Iglesia. Es verdad que todo saltó a la luz como un caso múltiple de pederastía, pero es momento este para, mirando al presente, y sin obviar las gravísimas consecuencias de tales abusos, recordar que toda congregación o prelatura, tal el caso aquí ya desarrollado del Opus Dei, merece la reprobación, primero de los fieles y luego de la jerarquía, si sus prácticas se corresponden a las razones aludidas. La Iglesia...
"No, yo en esto me atengo al cristianismo: justamente porque con él está lo serio y con él se llega verdaderamente a sufrir (mientras que los demás en el fondo esquivan el sufrimiento y alardean con bellas frases, lo que puede por otra parte convertirse en goce) es por lo que él conduce a esa constatación de que se trata de subir, pero que el sufrimiento es a la vez una bienaventuranza. Aquí, en efecto, no es sólo cuestión de sufrimientos para el bien, sino de aquellos que son necesarios para que un hombre pueda ser un instrumento de Dios. La bienaventuranza entonces consiste en que, mientras el sufrimiento nos hace mal, sepamos con Dios que es justamente para que Él pueda servirse tanto mejor de nosotros. Esta es la felicidad: mientras que el mundo de los fenómenos testifica contra un hombre a golpe de fracasos, de adversidades y resistencias, este hombre sabe con Dios que todo esto es justamente debido a su relación con Dios" (Kierkegaard, Diario IV, p. 311).
Con motivo de la Semana Santa del año pasado les propuse las tres "Meditaciones Evangélicas" recogidas de la pluma de Unamuno bajo la excelente edición del Profesor Paolo Tanganelli. Pues bien, justo la primera, fechada en 1899 con motivo de una conferencia dada en Madrid por don Miguel, es la que procede reponer en este justo momento del canal para comprender el exacto significado de lo que para un cristiano es ese "volver a nacer" que comienza refiriendo Jesús al ser abordado por Nicodemo, y ello en detrimento de la visión parcial e interesada del pasaje brindada por los reencarnacionistas.
Sostienen los modernos reencarnacionistas que “sin el principio de la preexistencia del alma y de la pluralidad de las existencias no resultan inteligibles, en su mayoría, los principios del Evangelio”. En este audio comprobaremos, descartando desde las mismas Escrituras cada una de sus premisas, cómo la clave de inteligibilidad es justamente la inversa, o lo que es lo mismo: creer en la reencarnación en modo alguno se compadece con ser cristiano, pues en el contextualizado mensaje de Jesús nada habría en favor de tal postulado.
Primer audio dedicado a la cuestión de la reencarnación siempre desde un enfoque cristiano, empezando en esta ocasión por su moderna formulación por el “Padre del Espiritismo”, el francés Allan Kardec.
En el imprescindible punto VII de su obra “El malestar en la cultura” de 1930, cuya lectura se trae aquí a colación del audio anterior, Freud fundamenta la conciencia moral a partir del patrón del superyó, conciencia que presentaría, y esto es tan paradójico como verdadero, una peculiaridad que no es fácil de explicar: “se comporta con severidad y desconfianza tanto mayores cuanto más virtuoso es el individuo, de suerte que en definitiva justamente aquellos que se han acercado más a la bondad, son los que más acerbamente se reprochan su condición pecaminosa”. Tal es así que “mientras al individuo le va bien, su conciencia moral es clemente y permite al yo emprender toda clase de cosas; cuando lo abruma la desdicha, el individuo se mete dentro de sí, discierne su pecaminosidad, aumenta las exigencias de su conciencia moral, se impone abstinencias y se castiga mediante penitencias”.
Conferencia del reconocido psiquiatra español Fernando Colina dada con el título "Sobre la deuda, la culpa, la inocencia y la soledad" dada en el Ciclo de Formación de la Asociación Pohuvipre (Pobres y humildes en Vocación de Iglesia, Profecía de Esperanza, 2017).
El pasado mes de julio subía a este mismo canal el audio "El escándalo de la fe" que considero de interés para estas fechas, a modo de breve ejercicio espiritual, como surge del título puesto al episodio de ahora.
Siguiendo el mismo punto dejado en el audio inmediatamente anterior, nos planteamos la dificultad inherente al ser cristiano, entendido éste como “todo aquel que ha recibido el nuevo nacimiento como un don gratuito de Dios” y trata de mantenerse fiel a una serie de postulados básicos que se detalla convenientemente.